¿Cuáles son los pasos para llegar a un trasplante? 

Todo paciente que padece una enfermedad que requiera un trasplante, deberá contactarse con el centro. Inicialmente, se coordinará una entrevista con un médico staff para conocer al paciente, la historia de su enfermedad y determinar la necesidad del procedimiento. Así mismo, se evaluarán las opciones de trasplante con las que cuenta el paciente y se elegirá la modalidad más adecuada.

 

Antes de la internación, se le solicitarán al paciente una serie de estudios clínicos y de laboratorio para conocer la condición de salud general. En el caso de los trasplantes alogeneicos, también se efectuarán unas pruebas al posible donante. Estos estudios podrán ser realizados en el Sanatorio Británico y los turnos para los mismos serán gestionados por personal del sanatorio. Cumplido este importante paso, se gestionará una consulta con el Servicio de Clínica del centro que evaluará los resultados, indagará por antecedentes personales y revisará al paciente. De encontrarse en condiciones, se programa la internación.

 

La internación para el trasplante tiene una duración promedio de entre 3 y 4 semanas. Durante este período, el paciente permanecerá en una habitación individual con todos los cuidados y requerimientos edilicios que necesita. Podrá estar acompañado por un familiar o amigo en el horario de 9 a 12 y de 16 a 20 hs. Como se trata de un área de circulación restringida, no se permite el recambio frecuente de visitas y queda prohibido el ingreso al sector de toda persona que padezca síntomas de enfermedad infectocontagiosa. Para su recreación, la habitación cuenta con Smart tv, suscripción al servicio de Netflix y conexión wi-fi. El paciente podrá llevar computadora personal y/o tablet. Cada habitación, tiene una pedalera fija ya que alentamos a que el paciente se mantenga activo durante su internación.

 

Antes del trasplante, el paciente debe realizar tratamiento con altas dosis de quimioterapia cuya duración depende del esquema elegido para su enfermedad de base. Posteriormente, se realiza la infusión de las células madre por vía endovenosa a través de un catéter central.

 

Después de entrar en el torrente sanguíneo, las células madre viajan a la médula ósea, donde empiezan a producir nuevos glóbulos blancos, rojos y plaquetas en un proceso llamado «de prendimiento» o “engraftment”. El prendimiento de las células casi siempre tiene lugar en general de 12 a 20 días después del trasplante. Sin embargo, la recuperación completa de la función inmunitaria lleva más tiempo; varios meses para los pacientes que se sometieron a un trasplante autólogo y de 1 a 2 años para los pacientes que se sometieron a un trasplante alogénico.

 

Luego de haber atravesado la internación en el área de trasplante, se inicia una nueva etapa, la de la recuperación en su domicilio. Es normal que en este período se sienta cansado, débil, inapetente, con sabor diferente a bebidas y alimentos, con dudas y temores al no tener permanentemente médicos y enfermeros a su lado, este período de convalecencia es variable de una persona a otra, y no debe exigirse más allá de sus posibilidades. El momento de retomar sus actividades habituales, la vuelta al trabajo, etc. es algo que irá tratando con su médico de cabecera.

 

Es importante tener en cuenta que si bien está en condiciones de ser dado de alta, y que sus glóbulos blancos comenzaron a normalizarse, el resto de su sistema inmunológico  aún seguirá recuperándose durante varios meses, y tal vez sus plaquetas durante el primer tiempo seguirán estando bajas por lo tanto sigue con riesgos de contraer infecciones o tener algún tipo de sangrado.

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